retrato de una niña Velazquez
Aunque sigue habiendo mucho misterio alrededor de él, el Retrato de niña de la Hispanic Society es una de las obras más atractivas de Velázquez. El estilo y la ejecución lo aproximan a un grupo de lienzos de finales de la década de 1630, que abarca los retratos de Juan Martínez Montañés (finales de 1635; Madrid, Museo del Prado, inv. P01194); Francisco I de Este, duque de Módena (octubre de 1638; Módena, Galleria Estense, inv. 472), y el más próximo en concepto y factura, La dama del abanico (1638-1639; Londres, Wallace Collection, inv. P88). Elizabeth du Gué Trapier hizo una comparación muy convincente con el cuadro de la Wallace Collection, señalando a su pesar la fecha «arbitraria» de 1648 que por entonces se asignaba a esa obra. En cualquier caso, no puede ser posterior al Retrato de Felipe IV en Fraga (1644; Nueva York, The Frick Collection, inv. 1911.1.123), con su pincelada suelta, casi impresionista. Una fecha aproximada de 1638-1642 parece lo más verosímil, según el consenso de Jonathan Brown, José López-Rey y, por extensión, de la mayoría de la crítica moderna. El tratamiento de conservación de la obra ha hecho aún más patentes su asombrosa vitalidad y su naturalismo, y con ello ha confirmado esa datación.
Se piensa que este retrato podría ser el cuadro que se cita con el número 178 en el inventario post mortem de Velázquez: «Otro retrato de vna niña». Es cierto que la vaguedad de la anotación no permite una identificación segura, pero la obra de la Hispanic Society es la única imagen conservada de Velázquez que encaja en esa descripción. Los expertos siguen preguntándose quién pudo ser la representada; lo innegable es que estamos ante un
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