el estercho de egipto

Egipto, el país estrecho.
Egipto tiene cientos de kilómetros de longitud, pero sólo cuatro o cinco kilómetros de anchura. El valle del Nilo está rodeado por desiertos enormes. Cada año el río inunda su llanura y deposita el agua y un barro muy fértil. Sólo cuando llega al mar Egipto deja de ser estrecho para convertirse en un amplio delta, de tierras fértiles y pantanosas.

Los egipcios pronto se dieron cuenta de la riqueza que estaba asociada al río y para sacarle el máximo partido aprendieron a regar. Construyeron canales que permitían llevar agua desde el río hasta sus tierras e inventaron y usaron máquinas para sacar agua del río.

Como hemos visto en el tema anterior, la aparición de la agricultura estaba ligada al conocimiento de las estaciones, pues era importante saber en cuál era la mejor época para plantar y cuál era la mejor para recoger. En el caso de los Egipcios esto todavía era más importante pues también era necesario saber cuándo iba a crecer el Nilo. Para saber esto era necesario conocer el sol y las estrellas y así inventaron un calendario de 365 días al año.

Los egipcios no sólo sabían contar días y darse cuenta del transcurso de las estaciones, también fueron capaces de construir enormes pirámides, lo que no es fácil. Para construir pirámides o para hacer calendarios necesitamos un sistema para anotar datos y hacer informes. Como te has imaginado este sistema es lo que hoy llamamos escritura.

Sociedades  egipcia
total sobre sus súbditos. Bajo el faraón estaban las demás clases sociales, que permanecieron inalterables debido a que por generaciones los hijos realizaban las mismas tareas de sus padres.

Una de estas clases sociales la conformaban los sacerdotes, que organizaban el culto y administraban los bienes de los dioses. Su labor se dividía entre los oficios diarios en el templo y sus obligaciones para las festividades religiosas.

La aristocracia realizaba los trabajos administrativas en nombre del faraón, como supervisión de obras públicas y cobro de impuestos. El Estado egipcio estaba muy organizado, tenía mucha burocracia y comprendía un número enorme de funcionarios.

Los escribas eran las personas más cultas de Egipto. Sabían leer y escribir y llevaban las cuentas comerciales. Ocupaban una categoría muy elevada en la sociedad egipcia y tenían una formación académica rigurosa.

Los comerciantes se trasladaban por el país vendiendo cualquier clase de artículos, tales como cristalería, incienso o joyas. La clase de los artesanos estaba constituida por carpinteros, ebanistas, orfebres y embalsamadores, que estaban empleados en el palacio.

La mayoría de los egipcios eran campesinos y labraban, regaban y cosechaban. La producción obtenida era dividida en una parte que era para ellos y la otra iba a los almacenes reales.

Los esclavos nunca fueron numerosos en la sociedad egipcia y, en su mayoría, eran extranjeros o prisioneros de guerra. Eran comprados y vendidos como ganado, pero también podían comprar su libertad.

La economía
La base de la economía del antiguo Egipto era la agricultura, cultivando lino que les servía para tejer las telas, el trigo y la cebada, con los cuales hacían pan y cerveza. Para completar su alimentación contaban con una variedad de hortalizas y frutas,
tales como: judías, lentejas, higos, cebollas, dátiles, naranjas, 
lechugas y uvas. Entre los animales que criaban había cerdos, vacunos, ovejas y cabras.
La religión.
Las creencias religiosas desempeñaron un papel fundamental en la civilización egipcia. El mundo de los egipcios incluía la idea de un caos original, que podía con volver y que se mantenía controlado solo por la voluntad de los dioses. Para los Egipcios el mundo estaba dividido en tres niveles:


el reino de los Muertos, donde llegaban las personas al morir y que luego de un duro camino lograban la vida eterna; 
- la tierra, lugar donde vivían los hombres y cuyo centro era Egipto, más allá del cual había caos, y
- el cielo, la morada de los dioses.


En Egipto eran politeístas (adoraban a múltiples dioses). Pero a la vez, existió la tendencia a reconocer una deidad en cada lugar, sin excluir el culto de dioses en otros lugares. Así, por ejemplo, se daba que en Menfis se adoraba a Ptah, en Heliópolis a Ra, en Tebas a Amón, en Hermópolis a Thot, en Abidos a Osiris.


Los dioses egipcios eran considerados seres superiores y se les rendía culto realizando ofrendas para pedir dones. El faraón era considerado un dios viviente, ya que representaba la personificación del dios Horus y era el nexo entre los hombres y los dioses.
la escritura
Al caer Egipto bajo el dominio extranjero se perdió el conocimiento de la escritura, hasta que, con ocasión de la expedición de Napoleón en 1799, se descubrió la Piedra Rosetta, que años después fue descifrada por Francois Champulón, permitiendo entender los jeroglíficos.


Arquitectura, escultura y pintura

El arte nacional de los egipcios fue la arquitectura, que, como todas las manifestaciones culturales de este pueblo, estuvo influida por sus creencias religiosas. La escultura y la pintura funcionaron como disciplinas auxiliares de la arquitectura.

Los egipcios fueron unos genios y llevaron a cabo grandiosas obras arquitectónicas, que corresponden, principalmente, a tumbas y templos. Las tumbas más imponentes fueron las pirámides, y las más importantes son las conocidas de Keops, Kefrén y Micerinos. Los templos egipcios llaman la atención por sus dimensiones y solidez, y los más célebres son los de Karnak y Luxor.


La escultura egipcia era utilizada, fundamentalmente, para la decoración de las fachadas e interior de los templos y tumbas. Sus formas eran rígidas, porque la piedra empleada era difícil de esculpir con las herramientas de bronce de que se disponía. Una de las esculturas más grandiosas de esta civilización es la Esfinge, que está frente a la Gran Pirámide.

Los artistas egipcios pintaron los muros de las tumbas con representaciones mitológicas y escenas de las actividades cotidianas. Dominaron el dibujo, la proporción y la calidad de los colores. Sus templos estaban llenos de murales, y el interior de las tumbas contenía figuras que representaban a sus dioses y hechos de la vida del faraón.
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La escritura
Al caer Egipto bajo el dominio extranjero se perdió el conocimiento de la escritura, hasta que, con ocasión de la expedición de Napoleón en 1799, se descubrió la Piedra Rosetta, que años después fue descifrada por Francois Champulón, permitiendo entender los jeroglíficos.


Arquitectura, escultura y pintura


El arte nacional de los egipcios fue la arquitectura, que, como todas las manifestaciones culturales de este pueblo, estuvo influida por sus creencias religiosas. La escultura y la pintura funcionaron como disciplinas auxiliares de la arquitectura.

Los egipcios fueron unos genios y llevaron a cabo grandiosas obras arquitectónicas, que corresponden, principalmente, a tumbas y templos. Las tumbas más imponentes fueron las pirámides, y las más importantes son las conocidas de Keops, Kefrén y Micerinos. Los templos egipcios llaman la atención por sus dimensiones y solidez, y los más célebres son los de Karnak y Luxor.


La escultura egipcia era utilizada, fundamentalmente, para la decoración de las fachadas e interior de los templos y tumbas. Sus formas eran rígidas, porque la piedra empleada era difícil de esculpir con las herramientas de bronce de que se disponía. Una de las esculturas más grandiosas de esta civilización es la Esfinge, que está frente a la Gran Pirámide.





Los artistas egipcios pintaron los muros de las tumbas con representaciones mitológicas y escenas de las actividades cotidianas. Dominaron el dibujo, la proporción y la calidad de los colores. Sus templos estaban llenos de murales, y el interior de las tumbas contenía figuras que representaban a sus dioses y hechos de la vida del faraón.
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